La Enfermedad como fruto del Desequilibrio.
Es la hora de (re)conectar.
Y digo re-conectar, haciendo énfasis en el RE, porque nacemos conectados. Conectados a nuestra madre, conectados a nuestro padre, conectados a la información de nuestros ancestros, conectados al universo, en esencia, conectados a nosotros.
Nuestra alma tiene la información que necesitamos para transitar esta vida y cada uno de los aprendizajes que se nos presentan, aunque es probable que ahora mismo no lo recuerdes.
Recordar, de nuevo RE, porque en realidad es acordarte de algo que ya sabes y esto ocurre cuando (re)conectamos con nosotros mismos.
La vida nos va poniendo pistas delante y es que somos seres perfectos. Nuestra naturaleza es la salud, no solo entendiendo salud como ausencia de enfermedad, si no un equilibrio completo en nuestro ser que se muestra a través de un cuerpo sano, una mente en calma y un alma feliz.
¿No te sientes identificado con la frase anterior? No te preocupes, la solución está en ti.
El camino hacia la salud se inicia con la consciencia en el aquí y ahora, vivir el momento presente y que nos ayuda a aprender a escuchar a nuestro cuerpo: ¿qué nos cuenta?, ¿qué le duele? Atiéndele, pues se está comunicando contigo. Tu cuerpo a través del dolor y las marcas te está explicando aquello que está emocionalmente bloqueado, esos nudos que le impiden volver a ser un cuerpo sano… probablemente fruto de alguno de tus aprendizajes en esta vida. ¿Quizás son dolencias heredadas? es probable que esos nudos no sean solo tuyos, si no también de tus ancestros. Es la hora de prestar atención a las emociones a las que nadie les había dado voz, hasta que por fin, tú, lo has escuchado.
Nuestro cuerpo es el vehículo que tenemos en esta vida para movernos hacia aquello que debemos transitar.